Existe un punto de coincidencia entre la Terapia Floral y la Homeopatía, por un lado Hahnemann nos dice que la vida se explica por la existencia de un principio fundamental que es la Fuerza Vital; ésta, mantiene la cohesión total de un ser vivo, es la promotora del estado de salud, ya que salud y unidad son sinónimos. La enfermedad, por otro lado, es una tendencia a la desunión, fundamentalmente entre la psique, el alma y el cuerpo.
Este principio, es compartido por el Dr. Bach, ya que, ambos coinciden en que la enfermedad se origina en un nivel diferente de corporalidad. “La enfermedad no es material en su origen” afirma Bach.
Esta medicina, dista totalmente de la alopatía, la que, actúa sobre el síntoma hasta suprimirlo para que el paciente llegue a un estado de bienestar, utilizando además, el mismo remedio para el mismo síntoma en diferentes pacientes.
Dado lo anterior, queremos entender, que, la enfermedad obedece a un bien mayor, para conducirnos al camino de la comprensión y entendimiento y así, acelerar nuestra evolución.
Sabemos que, uno de los principios planteados por Hahnemann, es que, la enfermedad se cura de adentro hacia afuera, “se debe curar la mente (emociones) y el cuerpo lo seguirá”. Si ocurre al revés, puede ser muy grave para el paciente, ya que, el cuerpo mejora a expensas del alma; y de arriba hacia abajo.
Bach, plantea el estudio de la naturaleza humana, de manera de ayudar a los pacientes a que se conozcan a sí mismos. Dándoles consejos acerca del modo de armonizar sus personalidades con sus almas.
Dado que, somos estructuras compuestas de diferentes tipos de energía, que a su vez, se relacionan con otras energías de nuestro entorno, entendemos que la enfermedad, es un desequilibrio entre esos diferentes planos energéticos que nos componen; y el cuerpo físico, es donde la percibimos, porque es la única estructura visible para nosotros y nuestros animales.
La terapia floral, es una de las posibilidades de corregir ese desequilibrio energético, así, el remedio floral restituye la energía faltante, modificando el conflicto entre la personalidad y el alma, tanto nuestra como de nuestros animales.
Cada esencia floral, conserva la memoria o patrón energético de la flor que entra en sincronía con la energía que debe equilibrar dentro del organismo que se administra. Por esa razón, si la prescripción no se corresponde con lo que tenía que equilibrar simplemente no actúa, o sea, no se produce ni curación ni agravación.
Bach, nos dejó el legado de que las flores, están en la naturaleza para ayudarnos a no desviarnos del objetivo de nuestra vida, regulándonos la posibilidad de la armonía y con ello la salud.
La Homeopatía trabaja, también, a nivel emocional y físico, son al igual que la terapia floral remedios energéticos. Estos se elaboran en cantidades decimales y centesimales, dinamizados para imprimirle mayor energía y así lograr el mejor efecto en el paciente. Estudios demuestran que, las Flores de Bach dinamizadas mejoran notablemente su efectividad y la curación ocurre de la misma manera que la homeopática hahnemanniana.
Al imprimir la energía de la dinamización en los remedios florales, observamos que, es posible mejorar la eficacia y rapidez de la respuesta en los pacientes a la terapia.
De esta manera, vemos, como ambas terapias coinciden en sus principios y con ello, podemos mejorar mucho los resultados terapéuticos de nuestros pacientes.